Una droga antipsicótica es aquella que produce un alivio en los síntomas de la psicosis. Pueden producir ganancia de peso, agranulocitosis, discinesia, acatisia, distonía, parkinson, hipotensión, taquicardia, letargia, pesadillas, hiperprolactinemia o Disfunción eréctil.
Este grupo se divide en subgrupos: Benzamidas, Butirofenonas, Difenilbutilpiperidinas, fenotiazinas, Tioxantinas, tricíclicos, benzamidas, piperidinas de benzisoxazola, piperazinas de benzotiazoles y otros menos comunes.
Una droga antidepresiva es aquella que produce un alivio en los síntomas de la depresión, la distimia, ansiedad; y en general todos los trastornos del estado de ánimo y la fobia social.
Este grupo se subdivide en: Inhibidores de la recaptación selectiva,
potenciadores de la recaptación selectiva, agentes de la liberación
selectiva, antagonistas de los receptores, inhibidores de la
recaptación, antidepresivos bicíclicos, antidepresivos tricíclicos,
antidepresivos tetracíclicos, antidepresivos heterocíclicos, inhibidores de la monoaminooxidasa, agonistas de los receptores 5-HT1A
Una droga ansiolítica es aquella utilizada para el tratamiento de la ansiedad
y sus desórdenes. Son considerados tranquilizantes menores. Pueden
producir taquicardia, pesadillas o pérdida de la consciencia.
Este grupo se divide en:receptores GABAA, agonistas de los receptores 5-HT1A, antagonistas de la histamina (antihistamínico), antagonistas de la liberación de la corticotropina, antagonistas de la taquicinina, antagonistas de la melanina, etc.
Una droga euforizante es aquella que induce a sentimientos de euforia.
Los efectos pueden incluir relajación, control del estrés, felicidad o
placer; ya que pueden actuar sobre los centros de placer del cerebro.
Existen dos tipos de euforizantes: Estimulantes, opioides, depresores
y alucinógenos. El ámbito de acción de estas drogas es generalizado
encontrándose en varios tipos de drogas psicotrópicas.
Las drogas antiparkinsonianas son aquellas drogas que tratan los síntomas del parkinson. Producen efectos adversos como hipotensión, arrítimias, nauseas, pérdida de pelo, ansiedad, alucinaciones, somnolencia, problemas respiratorios, desorientación, confusión y psicosis.
Estas drogas se dividen en dos grupos: Dopaminérgicos y Anticolinérgicos.
Las drogas analgésicas o analgésicos son aquellas drogas que reducen o inhiben el dolor.
Los analgésicos se dividen en: Opioides, pirazolonas, cannabinoides, anilinas y antiinflamatorios no esteroideos.
Los analgésicos utilizados para tratar el dolor dependerán de la
intensidad y características propias del dolor. Para dolores leves
suelen utilizarse los AINEs,
que además de tratar el dolor y reducen la fiebre, y en grandes dosis,
tienen efectos antiinflamatorios. No obstante, este tipo de sustancias
tienen un techo analgésico bajo, el cual no puede ser traspasado ni en
mayores dosis ni en combinación con otras drogas del mismo tipo. No
tienen un potencial de dependencia física elevado, por lo que su venta
es libre en la mayoría de países. Para el alivio de dolores de
intensidad moderada se utilizan opioides débiles, de distribución no libre, como el Tramadol, la Codeína o la Hidrocodona. Para dolores de intensidad fuerte se utilizan opioides fuertes como la Morfina, la hidromorfona, la Metadona, el Fentanilo, etc. Estas sustancias no tienen techo analgésico, existiendo solamente un techo toxicológico.
Las drogas anoréxicas o antiobésicas son aquellas que suprimen o reducen el apetito. Suelen utilizarse para reducir peso.
Este tipo de drogas se dividen en: Estimulantes y anti-cannabinoides. La mayoría de estimulantes suprimen el apetito, y de hecho, la droga más consumida del mundo, el café, es un potente supresor del hambre. Los cannabinoides tienen la capacidad de estimular los receptores cannabinoides CB1 y CB2, que incrementan el apetito. Aquellas sustancias antagonistas y agonistas
inversas de estos receptores producirían el efecto contrario, esto es,
la disminución o la supresión el apetito, como sucede con el Rimonabant o el Surinabant.
No obstante, el consumo excesivo de THC produce el efecto contrario al
de un consumo moderado, ya que en un consumo normal la activación de los
receptores cannabinoides CB1 se produce a nivel de las neuronas excitadoras glutamatérgicas mientras que un consumo mayor produciría la estimulación de los receptores cannabinoides CB1 en las neuronas inhibidoras GABAérgicas del estriado ventral.
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